“Tintín, c´est moi”.

Esta frase, pronunciada por Leon Degrelle, fundador del partido fascista belga, le salió cara a Georges Remi, conocido por el pseudónimo de Hergé y autor del famoso reportero.

Esta afirmación, que ponía de manifiesto que el creador se había basado en el oficial para dar vida a su protagonista, supuso un testimonio más que demostraba la estrecha relación de Hergé con el ideario nazi, la misma sombra que ha vuelto a ponerse sobre el tapete con el estreno de la película de Steven Spielberg, Tintín: El secreto del unicornio.
No solo despierta cierta curiosidad el parecido físico entre Tintín y Degrelle, sino que también destaca la importante inspiración que tuvo Hergé de la II Guerra Mundial para idear las aventuras de este referente del comique moderne.

Los primeros años de carrera profesional de Hergé los hizo muy próximos al nazismo de la época. El personaje de Tintín y su inseparable fox terrier, Milú, aparecieron por primera vez en 1929, publicado en un suplemento de Le Petit Vingtième, que pertenecía al periódico Le Vingtième Siècle, un diario utraconservador de orientación clerical y nacionalista.

Cuatro años después, en 1932, Hergé volvió a vincularse a un medio de corte nazi al ilustrar el libro Historia de la guerra escolar, escrito por Degrelle, donde éste realiza una apología de su ideología de extrema derecha y del nazismo.

Ni siquiera las biografías y libros que se han escrito sobre Hergé han podido despejar los claroscuros que han perseguido al autor.
Al panfleto anticomunista, según algunas opiniones, que supuso Tintín en el país de los soviets, se unió un segundo tomo, Tintín en el Congo, escrito en 1931, que volvió a poner a Hergé en el punto de mira. Esta historia fue acusada de ser un ensalzamiento del racismo y la xenofobia por la relación altiva del protagonista con los colonos.
El político belga miembro de las Waffen SS
León Degrelle dedicó a glosar su
parecido con Tintín llegando a decir que "Tintin c'est moi".
El libro está censurado.

De hecho, la Comisión británica para la Igualdad Racial pidió en 2007 que se impidiese la venta del cómic por resaltar “groseros estereotipos raciales”, coincidiendo con la decisión de la biblioteca municipal de Brooklyn de trasladar el tebeo junto a otras obras controvertidas como Mein Kampf, de Adolf Hitler, y Trópico de Capricornio, de Henri Miller.
Fragmento copiado tex. Diario El Confidencial, España.

> Tintin mon copain 





Poesía de Adolf H. a su madre Klara Pölzl


Klara Pölzl 
fue una mujer de origen austriaco cuya existencia alcanza celebridad por el hecho de ser la madre de Adolf Hitler.
Nació en Spital, Austria, el 12 de agosto de 1860. Fue la mayor de los tres hijos sobrevivientes de Johann Baptist Pölzl y Johanna Hiedler, pequeños granjeros de la región.
Klara era nieta por vía materna de Johann Nepomuk Hiedler o Hüttler, (patronímico que se aplicaba a pequeños propietarios rurales) quien había criado también a un sobrino llamado Alois, con quien ella se casaría después y tendría a su hijo Adolf Hitler.
Hitler comentó con Joseph Goebbels que su madre era:"la fuente de la bondad y el amor"
Pocos conocen la afición de Hitler por el arte y por ella escribió este poema:

TU MADRE
 "Cuando tu madre haya ya envejecido,
Cuando sus amorosos y esperanzados ojos
ya no vean la vida como alguna vez lo hicieron,
Cuando sus pies, ya cansados,
No puedan ya sostenerla mientras camina...

 Entonces, entrégale tu brazo en apoyo,
Acompáñala con alegría,
Vendrá la hora en que, sollozando,
deberás acompañarla en sus últimos pasos.

 Y si algo te pregunta,
entonces dale una respuesta.
Y si te pregunta de nuevo, ¡háblale!
Y si te pregunta aún otra vez, respóndele,
No impacientemente, sino con gentil calma.

 Y si no puede ella entenderte con claridad,
explícale todo con gentil alegría.
Vendrá la hora, la amarga hora,
en que sus labios no preguntarán nada más."

++++++

The Mother 

“When your mother has grown older,

When her dear, faithful eyes
no longer see life as they once did,
When her feet, grown tired,
No longer want to carry her as she walks –

Then lend her your arm in support,

Escort her with happy pleasure.
The hour will come when, weeping, you
Must accompany her on her final walk.

And if she asks you something,

Then give her an answer.
And if she asks again, then speak!
And if she asks yet again, respond to her,
Not impatiently, but with gentle calm.

And if she cannot understand you properly

Explain all to her happily.
The hour will come, the bitter hour,
When her mouth asks for nothing more.”


Adolf Hitler, 1923.

Dominio judío sobre Costa Rica



 De izquierda a derecha vicepresidente costarricense Luis Liberman (judío), ministro de educación Leonardo Garnier (costarricense), Daniel Saban, embajador de Israel en Costa Rica, rabino Gershon Miletzki y representantes del MEP en una actividad del Instituto Weizman para niños judíos. San José, jueves 23 de junio de 2011

El dominio de la comunidad judía en Costa Rica se refiere al control que tiene este colectivo de los medios de comunicación, el gobierno y la economía. La comunidad judía de Costa Rica es, por mucho, el grupo étnico más rico, poderoso y políticamente influyente en este país centroamericano. Su número (descontando criptojudíos) se calcula entre 2500 y 3000 personas, mayormente jázaro-askenazí. Tienen su propia logia masónica B'nai B'rith, varias sinagogas ortodoxas, una sinagoga reformista y una sefardí.



Propaganda nacionalista antisionista con la foto de Ofelia Taitlebaum




Multimillonario y banquero judío Leonel Baruch (izquierda) 
abrazando al político Luis Carlos Araya (derecha)

Sobre la influencia política judía en Costa Rica valga destacar que tres vicepresidentes de la República y dos primeras damas han sido judíos, así como hay judíos en altos cargos ejecutivos en casi todos los partidos políticos importantes de derecha e izquierda por igual.
Además recientemente salió a la luz documentación sobre el llamado Plan Sefardia que busca la creación de un estado judío en Costa Rica.




Millonario y líder de la UCCAP, Samuel Yankelewitz

Influencia judía en la Economía
En las elecciones de la Junta Directiva de la todopoderosa Unión de Cámaras Costarricenses de la Empresa Privada, que aglutina a las más acaudaladas empresas e industrias privadas costarricenses y que ejerce un poderoso lobby sobre los gobiernos, para el periodo 2006-2007 los resultados fueron:

José Merino, líder sandinista judío de Costa Rica




Diputado, ministro y vicepresidente Luis Fishman

Presidente, Samuel Yankelewitz (judío); primer vicepresidente, Rafael Carrillo (costarricense); segundo vicepresidente, Jaime Molina (sefardí); secretario, Renato Alvarado (costarricense); subsecretario, Jack Liberman (judío); tesorero, Miguel Schyfter (judío); subtesorero, Gerardo Corrales (costarricense); (…). Como puede apreciarse los judíos tenían mayoría en la junta directiva de la entidad económica más poderosa del país [1]Sobre sus planes, Yankelewitz dijo:
el éxito de la Unión Europea radica en la idea que tuvieron todos los países de formar un bloque común, lo que deben hacer las naciones de América Latina a través del ALCA.
Por esta misma época el judío Leonel Baruch Goldberg fue también electo presidente de la junta directiva de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC) para el período comprendido entre diciembre del 2005 y noviembre del 2006. Baruch era ya presidente de la poderosa Corporación BCT. Su contrincante para esta elección que retiró su nombre fue el también judío Luis Liberman Ginsburg, presidente del Scotiabank y futuro vicepresidente del país.
El empresario judío José Abraham Nowalski (padre de la cantante de hip hop Debi Nova) y Gerente General de COMPAÑÍA TEXTIL CENTROAMERICANA, S.A. cédula jurídica N° 3-101-006007 adeuda dinero a la Caja Costarricense de Seguro Social de manera impune.
Federico Carrillo Zurcher, judío por parte de madre (su madre es la judía Joyce Zurcher, ex alcaldesa de Alajuela defenestrada por corrupción) fue ministro y gerente de la Bolsa de Valores de Costa Rica. Su primo y sobrino de Joyce Zurcher estuvo involucrado en la violación de una muchacha de 20 años junto a otros complinches.

Influencia judía en la política
Diferentes presidentes de Costa Rica habían tomado medidas para impedir el ingreso de judíos polacos al país y purgar la economía costarricense de la usura judía que amenazaba a los comerciantes nacionales quienen denunciaban esta situación. Destaca León Cortés Castro quien combatió el ingreso judío a Costa Rica y su influencia en el país, y nombró al costarricense de origen alemán Max Effinger, líder de los fascistas costarricenses, como asesor en inmigración. Effinger detuvo la masiva inmigración judía de Polonia. El periodista Otilio Ulate era antijudío y en su periódico publicaba notas donde entre otras cosas los acusaba de: arruinar al comercio establecido, de diseminar las ideas comunistas, de practicar una religión satánica, adulterar la leche que vendían a los niños costarricenses.[2]. El sucesor de Cortés, Rafael Ángel Calderón, tomó algunas medidas contra la influencia judía sin embargo Calderón, masón y aliado a los comunistas, declaró la guerra a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y persiguió a los alemanes. Aún así muchos judíos lo acusan de ser secretamente antisemita. Su sucesor y compañero de partido, Teodoro Picado Michaslki, era nominalmente católico pero judío polaco por parte de madre y eliminó las medidas antijudías de sus predecesores abriendo las fronteras ticas a la inmigración judía y colocando la economía costarricense a su merced. En las siguientes elecciones la candidatura de Otilio Ulate fue apoyada por los alemanes (perseguidos por Calderón quien buscaba reelegirse) pero estalló la Guerra Civil cuando Picado Michalski anuló las elecciones donde su bloque caldero-comunista fue derrotado por Ulate. Tras resultar victorioso el bando figuerista-ulatista opuesto a Calderón, los judíos y los comunistas, Ulate pudo acceder a la presidencia que le correspondía legítimamente tras un breve espacio de gobierno de facto de Pepe Figueres.


Vicepresidentes judíos han sido Rebece Grynspan (bajo la presidencia de Pepe Figueres), Luis Fishman (en la presidencia de Abel Pacheco) y Luis Liberman (presidencia de Laura Chinchilla). Aunque debe aclararse que en el caso de Fishman este fue retirado del cargo después de que Pacheco y otros allegados a su círculo dijeran que Fishman pretendía ser el verdadero poder detrás de la silla presidencial. Aún así Fishman fue también ministro y diputado.
Sobre su dominio de los partidos políticos, el presidente de la agrupación de derecha demócrata cristiana Partido Unidad Social Cristiana, es el judío Luis Fishman que también fue su candidato presidencial. En el caso de la izquierda tanto el partido Frente Amplio como los poderosos sindicatos y las federaciones estudiantiles de tendencias marxistas se encuentran controlados por el judío sefardí José Merino que ha sido dos veces diputado y es afín al gobierno de Daniel Ortega y del sandinismo cuya revolución aspira exportar a toda América Latina según sus propias palabras[3] [4]. En el caso del Partido Liberación Nacional, el partido más grande de Costa Rica y que más veces ha llegado al poder, judíos como Moisés Fachler Grunspan, Saul Weisleder Weisleder y Ofelia Taitelbaum Yoselewich han tenido altos cargos como secretaría general y tesorería.



Ex vicepresidenta y trabajadora de Naciones Unidas, Rebeca Grynspan

Embajadores de Costa Rica ante las Naciones Unidas fueron el judío Jaime Daremblum y el judío Saúl Weisleder, lo que explica porque la política de Costa Rica ha sido históricamente sumisa al sionismo y a Israel.
Saúl Weisleder Weisleder es el Embajador Alterno de Costa Rica ante la Organización de Naciones Unidas. Ocupa este cargo por segunda ocasión desde julio de 2010, anteriormente lo hizo entre julio de 2006 y enero de 2009. Fue Diputado de la Asamblea Legislativa de Costa Rica entre 1994 y 1998 y ocupó la presidencia de este poder de la República en el período 1997-1998. Weisleder dirigió el Primer Programa de Ajuste Estructural entre el gobierno de Costa Rica y el Banco Mundial(que muchos apuntan como el inicio del modelo neoliberal-capitalista que ha provocado una crisis económica en el país) y ocupó el cargo de asesor del Ministro de Exportaciones durante el proceso inicial de diversificación de las exportaciones e inversiones (1983-1987).
Ofelia Taitlebaum fue electa para la Defensoría de los Habitantes en una elección espuria y muy criticada por la postura tradicional neoliberal y capitalista de Taitlebaum y porque era diputada de gobierno en ese momento, por lo que su imparcialidad para defender al pueblo de las acciones de su gobierno era nula. Una de las predecesoras de Taitlebaum fue Sandra Pizk Feinzilver, judía.
Aida Faigenzicht Waisleder, fue ministra y diputada, esposa de Luis Fishman.
Joyce Zurcher Blen, judía, fue diputada y alcaldesa de Alajuela, aunque fue removida de su cargo tras comprobarse su corrupción [5] [6]
Guyón Massey Mora, judío "converso" al cristianismo, pastor evangélico fue diputado por el partido cristiano Restauración Nacional. Junto con Ofelia Taitlebaum fue uno de los dos diputados que organizaron un acto de "conmemoración" del Holocausto junto al embajador de Israel y miembros de la comunidad judía. [7]
René Castro Salazar, destacado político y ministro costarricense, a pesar de ser alcohólico, ha sostenido cargos como Canciller y ministro del Ambiente. Está casado con la judía Sarah Cordero Pinchansky y sus hijos han sido criados como judíos. Bajo su gestión como Canciller tuvo una postura pasiva ante la invasión nicaragüense de Isla Calero y, mientras condenó ataques terroristas palestinos no condenó la masacre en Gaza y mantuvo una postura prosionista [8] [9]
Doris Yankelewitz, primera dama de Costa Rica, judía israelí casada con Luis Alberto Monge.
Henrietta Boggs Long (Long es un apellido judío) primera dama y primera esposa de Pepe Figueres.
Y por supuesto debe destacarse el origen judío sefardí de los hermanos Arias, Óscar y Rodrigo Arias que, aunque son formalmente católicos, por sus rasgos y comportamiento puede denotarse la influencia de la cultura y la sangre judíos.

Rodrigo Arias
Los Arias son dos de los hombres más ricos y poderosos del país, Oscar Arias fue dos veces presidente, su hermano Rodrigo fue ministro de la presidencia y ahora candidato presidencial, ambos dominan el poderoso Partido Liberación Nacional y eran el verdadero poder detrás del trono en el gobierno de Laura Chinchilla, como demuestran las renuncias de ministros aristas tras el conflicto entre los Arias y Chinchilla. Esto sumado a su influencia económica y sobre los medios de comunicación mediante el Ingenio Taboga y el Grupo SAMA.

 
Ex presidente dela República,
Oscar Arias
Control de los medios

Deborah Nowalski cantante judía

Los medios de comunicación costarricenses también se encuentran mayormente bajo control de judíos. Los casos del Grupo Nación S.A. que tiene varios periódicos de circulación nacional (La Nación, Al Día y La Teja) así como la influencia judía en TELETICA y REPRETEL los dos canales más grandes del país están en manos hebreas pues entre sus principales inversionistas se incluye el grupo SAMA de financiamiento judío, la UCCAEP y la Banca privada costarricense todos de control judío. La Nación en muchas ocasiones se ha mostrado antipalestina y prosionista defendiendo la postura política asesina y genocida de Israel y opiniéndose al derecho palestino a la autodeterminación [10]
La presidenta de Teletica, Olga Cossa de Picado es judía, como en general lo es la familia Picado, dueña de las acciones de Teletica y otros medios, descendientes del ex presidente Teodoro Picado Michalski, judío.
Mario Cohen es presidente del Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefardí. CIDICSEF. Se desempeña como Director de la Publicación “SEFÁRDICA”, desde 1983 y es colaborador permanente de LA NACIÓN. Recibió la Orden del Mérito Civil del Rey de España por sus estudios sobre los judíos españoles (1994) Organizó las exposiciones “Sefarad, la España Judía” y “América Colonial Judía” en el Palais de Glace de Bs. As.
La cantante Deborah Nowalski, mejor conocida como Debi Nova, hija de judíos polacos, gracias al financiamiento de sus padres y del manejo de la industria judía del espectáculo, se hizo famosa en el nivel internacional, aún cuando muchos músicos y artistas costarricenses talentosos no logran apoyo económico del estado o de la empresa privada.

Separatismo cultural
A pesar de que los judíos costarricenses promueven la integración multicultural, el mestizaje y la inmigración masiva de extranjeros, ellos mismos no lo practican. Los judíos tienen sus propios restaurantes kosher, centros recreativos y su propio sistema educativo independiente, el Instituto Weizmann, llamado así en honor al terrorista Chaim Weizmann, que imparte educación costosa y exclusivamente judía desde el kinder hasta la secundaria para estudiantes judíos. Es el séptimo colegio más caro del país. [11]


Escándalos de corrupción polítco-económica
Leonel Baruch fue llamado por una Comisión investigadora en la Asamblea Legislativa por el mal manejo de bonos de deuda pública del PUSC cobrados por China durante su gestión de ministro de Hacienda.
Joyce Zurcher, judía, ex diputada y alcaldesa de Alajuela, fue removida de su cargo cuando se comprobó su corrupción y tráfico de influencias. El sobrino de Zurcher, primo del entonces ministro Federico Carillo Zurcher, su hijo fue uno de los participantes en la violación grupal de una joven de 20 años [12]
Los escándalos ICE-Alcatel y Caja-Fischel donde estuvo involucrado el judío Walter Reiche. [13]
Rene Castro, judío por consanguineidad, repartió cargos en la cancillería y el servicio exterior a sus allegados, amigos, copartidarios y colaboradores de campaña, muchos de ellos judíos[14]. Nótese los apellidos judíos (Fait, Pisck, Liberman, de la Cruz) que surgen constantemente en altos cargos diplomáticos designados por René Castro, cuya esposa e hijos son judíos, y que en muchos casos eran personas sin preparación para el puesto Gráfico.
Óscar Arias indagado por la fiscalía general por prevaricato al declarar de interés nacional la minería a cielo abierto contra las leyes del país.
Rodrigo Arias indagado por malos manejos de fondos en el BCIE, a pesar de que utilizó sus influencias políticas para detener la investigación.


Info: metapedia

Ver:
Sionismo

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Referencias
 http://radio8deoctubre.codigosur.net/leer.php/2820329 Frase:“Estoy cansada de escuchar tanta Mierda”Joyce Zurcher, Alcaldesa liberacionista de alajuela

El Enigma de Hitler (León Degrelle)

"Adolf Hitler - usted lo conoció -; ¿como era él?". Me han preguntado esto mil veces desde 1945, y nada es más difícil de contestar. Aproximadamente doscientos mil libros han tratado sobre la Segunda Guerra Mundial y su figura principal, Adolf Hitler. ¿Pero ha sido el verdadero Hitler descubierto por alguno de ellos?. "El enigma de Hitler está por encima de cualquier comprensión humana", sentenció una vez el semanario alemán Die Zeit. Salvador Dalí, artista genial, intentó penetrar en dicho misterio en uno de sus cuadros más dramáticos. Enormes montañas a lo largo de todo el lienzo, dejando sólo unos pocos metros iluminados de costa con unas diminutas figuras humanas: Los últimos testigos de la paz que moría. Un enorme teléfono, del cual caían lágrimas de sangre, colgado de un árbol muerto; y por todos lados paraguas y murciélagos cuyos augurios eran los mismos. Dalí dijo "El paraguas de Chamberlain aparecía en el cuadro con una luz siniestra, más evidente por el murciélago, y me sorprendió cuando lo pinté como algo de una enorme angustia". El luego confesó: "Consideré esta pintura como profética. Pero he de confesar que tampoco yo he desvelado el enigma de Hitler todavía. Me atrajo sólo como un objeto de mis locas imaginaciones y por ver en él a una persona que era capaz, como ninguna otra, de darle la vuelta a las cosas".Una gran lección de humildad para todas las críticas que han salido a imprenta desde 1945 con sus miles de libros 'definitivos', la mayoría insolentes, sobre el hombre que preocupó tanto a Dalí, que cuarenta años después seguía todavía angustiado e incierto ante la presencia de su propia obra alucinatoria. Aparte de Dalí, ¿quien más ha intentado alguna vez presentar un objetivo retrato de este extraordinario hombre a quien Dalí etiquetó como la figura más explosiva en la Historia de la Humanidad?.

Como la campana de Pavlov
Las montañas de libros sobre Hitler, basados todos en ellos en el odio y la ignorancia, han hecho muy poco por explicar o describir al hombre más poderoso que el mundo jamás haya visto. Y pienso, ¿en que se parecen estos disparatados retratos de Hitler al hombre que yo conocí?. El Hitler sentado al lado mío, de pie, hablando, escuchando. Se ha vuelto imposible decirles a las personas que todas las fantásticas leyendas que durante décadas han leído o escuchado en la televisión simplemente no se corresponden con la realidad. Las personas aceptan como realidad aquellas fantasías que les han repetido miles y miles de veces. Sin embrago nunca han visto a Hitler, nunca le han hablado y nunca han le han oído hablar. El nombre de Hitler evoca inmediatamente la imagen de un demonio haciendo muecas, la fuente de todas las emociones negativas. Como la campana de Pavlov, toda mención a Hitler se realiza prescindiendo de la substancia y realidad. En un futuro, sin embargo, la historia demandará algo más que estos brevísimos juicios de hoy en día.

Extrañamente atractivo
Hitler siempre está presente ante mis ojos: Como un hombre de paz en 1936, como un hombre de guerra en 1944. No es posible el haber sido testigo directo de la vida de un hombre tan extraordinario y no estar marcado para siempre. No pasa ni un día en que Hitler me viene a la memoria, no como un hombre muerto hace tiempo, sino como un ser real que camina por su despacho, que se sienta en su silla, que atiza los troncos ardiendo de su chimenea. Lo primero que uno notaba nada más verle era su pequeño bigote. Incontables veces le asesoraron que se lo quitase, pero siempre lo rechazó: La gente estaba acostumbrada a él como era. No era alto, no más que Napoleón o Alejandro Magno. Hitler tenía unos profundos ojos azules que muchos encontraban embrujadores, aunque yo no pensaba así. Tampoco noté la corriente eléctrica que decían que daban sus manos. Nos dimos la mano bastantes veces y nunca recibí esa corriente. Su cara reflejaba emoción o indiferencia según la pasión o apatía del momento. A veces parecía que estaba aletargado, sin decir nada, mientras su mandíbula parecía estar haciendo añicos un objeto en el vacío. Entonces se avivaría de repente y te dirigía una alocución como si estuviese hablando para cientos de miles en la explanada del Tempelhof en Berlín. Entonces se transfiguraba. Incluso su complexión, normalmente incluso apagada y fría, se encendía al hablar. Y en esos momentos puedo asegurar que Hitler era extrañamente atractivo, como si tuviese poderes mágicos.

Vigor excepcional
Cuanto pudiera parecer demasiado solemne en un principio, él lo suavizaba con un toque de humor. La palabra pintoresca, la frase sarcástica estaban a su alcance. En un instante podía dibujar un cuadro de palabras, o salir al pase con una inesperada y convincente comparación. Podía ser discordante e incluso implacable en sus opiniones y ser al mismo tiempo sorprendentemente conciliador, sensible y agradable. Después de 1945 Hitler fue acusado de todas las crueldades, pero no era ser cruel su forma de ser. Amaba a los niños. Era algo totalmente normal en él parar su coche y compartir su comida con los jóvenes ciclistas que iban por la carretera. Una vez le dio su abrigo a un indigente que estaba empapado bajo la lluvia. A medianoche interrumpía su trabajo para dar de comer a Blondi, su perro. No podía comer carne porque representaba la muerte de una criatura viviente. Rechazaba que fuesen sacrificados para alimentarle, ya fuese un conejo o una trucha. Permitía sólo huevos en su mesa, ya que ello suponía que no se mataba al animal, que no se le hacía daño. Los hábitos alimenticios de Hitler eran una fuente continua de sorpresas para mi. Como podía alguien, con una agenda tan apretada, que tomaba parte en decenas de miles de actos masivos, en los cuales salía completamente mojado por su sudor, que perdía muchas veces uno o dos kilos en ello; que dormía sólo tres o cuatro horas cada noche; y que, desde 1940 hasta 1945 llevó al mundo entero sobre sus espaldas gobernando sobre 380 millones de Europeos; ¿como, pensaba yo , podía sobrevivir físicamente con sólo un huevo cocido, unos pocos tomates, dos o tres tortas, y un plato de pasta?. ¡pero de hecho ganaba peso!. Sólo bebía agua. No fumaba ni permitía que se fumara en su presencia. A la una o dos de la noche podía estar hablando, cerca de su chimenea, despierto, y a veces divertido. Nunca mostró ningún síntoma de debilidad. Los que estaban con el podrían estar muertos de sueño, pero Hitler no. Fue descrito como un cansado hombre mayor. Nada más lejos de la realidad. En Septiembre de 1944, cuando se dijo que estaba senil, pasé una semana con él. Sus condiciones físicas y mentales eran excepcionales. El intento de asesinato que se realizó el día 20 no hizo más que aumentar su vigor. Tomaba el té en su cuarto tan tranquilo como si estuviese en el pequeño apartamento que tenía en la Cancillería antes de la guerra, o disfrutando con las vistas de nieve y claro cielo azul que se veían desde la gran ventana del Berchtesgaden.

Autocontrol de hierro
Al final de su vida es cierto que su espalda se curvó, pero su mente permaneció tan despejada como siempre. El testamento que dictó con enorme entereza el mismo día de su muerte el 29 de Abril de 1945 nos sirve de prueba de ello. Napoleón en Fontainebleau no estuvo sin momentos de pánico antes de su abdicación. Hitler simplemente dio las manos a sus camaradas en silencio, desayunó como otro día cualquiera y luego fue a encontrar la muerte como si se fuese a dar un paseo. ¿Cuando en la historia se ha visto una tragedia tan grande llevada a cabo con este control de unos mismo?. La más notable característica de Hitler era su sencillez. Los más complejos problemas se convertían en su mente en unos pocos principios básicos. Sus acciones eran engranadas por ideas y decisiones que podían ser comprendidas por cualquiera. El obrero de Essen, el agricultor, el industrial del Ruhr, y un profesor de universidad podían seguir fácilmente su línea de pensamiento. La enorme claridad de sus razonamientos hacía todo obvio. Su comportamiento y su estilo de vida no cambio un ápice aún cuando se convirtió en el dirigente de Alemania. Vivía y se vestía modestamente. Durante sus días en Munich no se gastaba más de un marco al día en comida. En ningún momento de su vida se gastó algo en si mismo. Nunca en los 13 años que estuvo en la Cancillería llevó una cartera o tenía dinero encima.

Mente privilegiada
Hitler fue un autodidacta y no lo ocultó en ningún momento. Los engreídos y elegantes intelectuales, sus brillantes ideas empaquetadas como pilas de una linterna, le irritaban a veces. Su conocimiento lo alcanzó gracias a intensos y selectivos estudios, y sabía mucho más que miles de académicos premiados. No creo que nunca alguien leyera más que él. Solía leer un libro al día, empezando siempre por la conclusión y el índice para calibrar el interés de la obra. Tenía la capacidad de extraer la esencia de cada libro y archivarla en su mente enciclopédica. Le he oído hablar sobre complicados libros científicos si ningún error, incluso en los momentos más importantes de la guerra. Su curiosidad por el saber era ilimitada. Estaba familiarizado con las obras de los más diversos autores, y nada era demasiado complejo para su comprensión. Tenía un amplio conocimiento y comprensión sobre Buda, Confucio y Jesucristo, así como de Lutero, Calvino y Savonarola; sobre genios de la Liteatura como Dante, Schiller, Shakespeare y Goethe; y sobre escritores analíticos como Renan y Gobineau, Chamberlain y Sorel. Había aprendido Filosofía estudiando a Aristóteles y Platón. Podía citar textos enteros de Schopenhauer de memoria, y por un espacio prolongado llevó consigo una edición de bolsillo de Schopenhauer, Nietzsche le enseño mucho sobre el poder de la voluntad. Su sed de conocimientos era inagotable. Se pasó cientos de horas estudiando las obras de Tácito y Mommsen, de estrategas militares como Clausewitz, de constructores de imperios como Bismarck. Nada escapaba de su cultura: Historia Universal o Historia de las Civilizaciones. el estudio de la Biblia y el Talmud, la filosofía Tomista y todas las obras maestras de Homero, Sofocles, Horacio, Ovidio, Tito y Cicerón. Conocía a Julio el Apóstata como si fuese su contemporáneo. Su conocimiento alcanzaba la mecánica. Sabía como funcionaban las máquinas; comprendía la balística de varias armas; y dejó atónitos a los mejores científicos de la medicina con sus conocimientos de biología y medicina. La universalidad del conocimiento de Hitler puede sorprender o enojar a los que lo desconocían, pero es sin embargo un hecho histórico: Hitler fue una de las personas más cultas de este siglo. Muchas veces más que Churchill, una mediocridad intelectual; o que Pierre Laval, con su mero conocimiento superficial de la Historia; o que Eisenhower, que nunca pasó de las novelas de detectives.

El joven arquitecto
Incluso durante sus primeros años, Hitler era diferente del resto de los niños. Tenía una fuerza interior y era guiado por su espíritu e instintos. Podía dibujar con habilidad cuando tenía sólo once años. Sus primeros dibujos y acuarelas, a la edad de 15, estaban llenas de poesía y sensibilidad. Uno de sus más notables obras de sus primeros tiempos 'Fortress Utopia'(utopía de fortaleza), nos muestra que también fue un artista de una poco común imaginación. Su orientación artística tomó varias formas. Escribió poesía desde que era chico. Dictó una obra entera a su hermana Paula, que se sorprendió por su orgullo. A la edad de 16, en Viena, se embarcó en la creación de una ópera. Incluso diseñó el escenario, así como el vestuario; y, por supuesto, los protagonistas eran héroes wagnerianos. Mas que un artista Hitler fue por encima de todo un arquitecto. Cientos de sus obras son notables, tanto por su pintura como por su arquitectura. Podía describir de memoria y con todo detalle la cúpula de una iglesia o las complejas curvas del hierro forjado. Fue, sin duda, su sueño de convertirse en un arquitecto lo que le llevó a Viena a principios de siglo. Cuando uno ve los cientos de dibujos, bocetos y pinturas que creó en dicha época, así como su dominio de las figuras tridimensionales, le parece sorprendente que los examinadores de la Academia de Arte le suspendieran por dos veces consecutivas. El historiador alemán Werner Maser, que no fue precisamente un amigo de Hitler, criticó a sus examinadores: "Todos sus trabajos revelaban un extraordinario conocimiento y dominio de la arquitectura. El constructor del Tercer Reich dio motivos para que la Academia de Artes estuviese avergonzada.". En su cuarto, Hitler siempre tuvo una vieja fotografía de su madre. La memoria de la madre a la que amó estuvo con él hasta el mismo día de su muerte. Antes de morir, el 30 de Abril de 1945, puso la fotografía de su madre frente a él. Ella tenía ojos azules como su hijo y un rostro similar. Su intuición materna le indicó que su hijo era diferente a los demás niños. Actuó como si supiese del destino de su hijo. Cuando murió, se sintió angustiada por el inmenso misterio que rodeaba a su hijo.

Origen humilde
Durante sus años de juventud Hitler vivió una vida parecida a la de un recluso. Su gran deseo era el de retirarse del mundo. Era una persona reflexiva, en el fondo un solitario, que comía exiguas comidas, pero que devoraba los libros de las tres bibliotecas públicas. Se abstenía de conversaciones y tenía pocos amigos. Era casi imposible imaginarse un destino tal, en el que un hombre que empezó con tan poco llegó a tan altas alturas. Alejandro Magno era el hijo de un rey. Napoleón, miembro de una familia bien, fue general a los 24. Quince años después de Viena Hitler era todavía un total desconocido. Otros miles de personas tuvieron más oportunidades que él de dejar su huella en el mundo. Hitler no se preocupaba mucho de su vida personal. En Viena vivía en una sucia y vieja pensión. Gracias a ello pudo alquilar un piano que ocupaba media habitación, y se concentró en componer su ópera. Vivía de pan, leche y sopa de verduras. Su pobreza era real. Ni siquiera tenía un abrigo. Recorría las ciudades en días de nieve. Transportaba equipaje en la estación de trenes. Pasó muchas semanas en centros de acogida de gente sin hogar. Pero nunca dejó de pintar o escribir. A pesar de su gran pobreza Hitler se las apañó para tener una apariencia aseada. Todos los caseros y caseras de Viena y Munich le recordaban por sus buenas maneras y su gran disposición. Su comportamiento fue intachable. Su cuarto estaba siempre impecable, sus pocas pertenencias siempre ordenadas, y su ropa siempre bien colgada y doblada. Lavaba y planchaba su propia ropa, algo que en esa época poca gente hacía. No necesitaba casi de nada para sobrevivir, y el dinero que sacaba en la venta de sus pinturas era suficiente para obtener todo lo que necesitaba.

En busca del destino
Impresionado por la belleza de la iglesia del monasterio de los Benedictinos, en la que participaba en su coro y como monaguillo, Hitler soñó por un instante en convertirse en monje Benedictino. Y fue por entonces también, cuando cada vez que atendía a la Misa pasaba por debajo de la primera esvástica que jamás vio: Estaba tallada en el escudo de piedra de la puerta de la abadía. El padre de Hitler, un funcionario de aduanas, quiso que el chico siguiese sus pasos. Su tutor le animó a que se convirtiese en monje. Por el contrario Hitler fue, más bien escapó, a Viena. Y allí, frustrado en sus aspiraciones artísticas debido a los mediocres burócratas de la academia, pasó al aislamiento y a la meditación. Perdió en la gran capital del Imperio Austrohúngaro, se dispuso a buscar su destino. Al cumplirse los primeros 30 años de su vida, el 20 de Abril de 1889, el nombre de Hitler no le decía nada a nadie. Había nacido ese día en Baunau, una pequeña ciudad en el valle de Inn. Durante su tiempo en Viena pensó asiduamente en su modesto hogar, y particularmente en su madre. Cuando ésta cayó enferma, volvió a casa para cuidar de ella. Durante semanas la asistió, hizo todas las labores del hogar, y la apoyó como su hijo más querido. Cuando finalmente murió, en Nochebuena, su dolor era inmenso. Abrumado por el pesar, la enterró en el pequeño cementerio. "Nunca he visto a nadie tan abatido por el dolor", dijo el médico de su madre, que curiosamente era judío.

Un alma fuerte
Hitler no estaba todavía concentrado en la política, pero sin realmente saberlo, esa era la carrera para la que más era llamado a desempeñar. La política se combinaría finalmente con su pasión por el arte. El Pueblo, las masas, serían la arcilla a la que el escultor daría una forma inmortal. La arcilla humana se convertirían para él en un bello trabajo como si se tratase de una de las esculturas de mármol de Myron, de una pintura de Hans Makart o de la trilogía de Wagner. Su amor por la música, arte y arquitectura no le separaron de su vida política y su conciencia social en Viena. Para poder sobrevivir trabajó como un peón codo con codo con otros trabajadores. Era un silencioso espectador, pero nada escapaba de él: Ni la vanidad y el egoísmo de la burguesía, ni la pobreza material y moral del Pueblo, ni los cientos de miles de obreros que se agitaban por las anchas avenidas de Viena con el miedo en sus corazones. También se dio cuenta de la creciente presencia en Viena de barbudos judíos con sus caftanes. Algo no visto en Linz. "¿Cómo podían ser ellos alemanes?", se preguntaba a sí mismo. Leyó las estadísticas: En 1860 vivían 69 familias judías en Viena; 40 años después eran 200.000. Estaban en todas partes. Observó su invasión en las universidades y en las profesiones médicas y de leyes, así como el control que tenían sobre los periódicos. Hitler estaba expuesto a las pasionales reacciones de los obreros con respecto a esta influencia, pero los obreros no estaban solos en su infelicidad. Había muchas personas importantes en Viena y Hungría que no ocultaban lo que consideraban una invasión extranjera en su país. El alcalde de Viena, democrático-cristiano y gran orador, era vivamente escuchado por Hitler. Hitler también estaba concienciado por el destino de los ocho millones de alemanes austríacos que estaban separados de Alemania, y por tanto privados de la nacionalidad alemana a la que tenían derecho. Consideraban al Emperador Francisco José como un áspero y mezquino viejo hombre incapaz de solucionar los problemas de esos momentos y las aspiraciones de futuro. Calladamente, el joven Hitler estaba sumando más y más cosas en su mente. Primero: Los austríacos eran parte de Alemania, la Patria común. Segundo: Los judíos eran extranjeros en la comunidad alemana. Tercero: El patriotismo sólo era válido si era compartido por todas las clases. La gente común con la que Hitler compartió dolor y humillación eran la misma parte de la Patria que los millonarios de la alta sociedad. Cuarto: La lucha de clases condenaría, tarde o temprano, tanto a los trabajadores como a los patronos a la ruina del país. Ninguna nación puede sobrevivir a la lucha de clases; sólo la cooperación entre los trabajadores y los patronos puede beneficiar al país. Los trabajadores deben de ser respetados y vivir con decencia y honor. La creatividad nunca debe de ser sofocada. Cuando Hitler después dijo que había formado su doctrina política y social en Viena dijo la verdad. Diez años después, sus observaciones en Viena se convertirían en realidad. De este modo tuvo que vivir Hitler por unos años en la populosa ciudad de Viena como un virtual paria, pero observando silenciosamente cuanto ocurría alrededor suyo. Su fuerza le vino desde dentro. Los hombres excepcionales siempre se sienten solos entre una muchedumbre de gente. Hitler vio en su soledad una magnífica oportunidad para meditar y no para convertirse en alguien que no pensaba. Para no perderse en un estéril desierto, un alma fuerte busca refugio dentro de uno mismo. Hitler poseía un alma así.

La palabra
La iluminación en la vida de Hitler vendría gracias a la Palabra. Todo su talento artístico sería encauzado gracias a su maestría en la comunicación y la retórica. Hitler nunca concibió las conquistas populares sin el poder de la Palabra. Podía encantar y ser encantado por ella. Conseguía la máxima realización cuando la magia de sus palabras inspiraban el corazón de las masas con las que conversaba. Sentía que volvía a nacer cada vez que comunicaba con mística belleza los conocimientos que había adquirido en su vida. La encantadora retórica de Hitler permanecerá, por mucho tiempo, como amplio objeto de estudio de psicoanalistas. El poder de la palabra de Hitler es la clave. Sin ella, nunca hubiera habido una era Hitleriana.

Fe transcendental
¿Creía Hitler en Dios?. Creía profundamente en
Dios. Llamaba a Dios el Todopoderoso, maestro de todo lo que es conocido y desconocido. Los propagandistas describieron a Hitler como un ateo. No lo era. Sentía desprecio por los clérigos hipócritas y materialistas, pero no era el único que así pensaba. Creía en la necesidad de modelos y dogmas teológicos, sin los cuales, decía repetidamente, la gran institución de la Iglesia Cristiana se derrumbaría. Estos dogmas chocaban con su inteligencia, pero reconocía que era duro para una mente humana abarcar todos los problemas de la creación, su ilimitada extensión y su imponente belleza. El aprendió que todo humano tenía necesidades espirituales. La canción de un ruiseñor, la forma y color de una flor, le llevaban continuamente a los problemas de la creación. Nadie en el mundo me ha hablado tan elocuentemente acera de la existencia de Dios. No tenía este punto de vista por haber sido educado como un cristiano, sino porque su mente analítica le llevaba al concepto de Dios. La fe de Hitler trascendía de fórmulas y accesorios. Dios era para él la base de todo, el ordenador de todas las cosas, de su destino y del de todos los demás.
El Enigma de Hitler (León Degrelle)





Los Juicios de Núremberg

El proceso de Núremberg.

Fila de adelante:
Hermann GöringRudolf HessJoachim von Ribbentrop,Wilhelm KeitelErnst KaltenbrunnerAlfred RosenbergHans FrankWilhelm FrickJulius StreicherWalther Funk,Hjalmar Schacht

Fila de atras:





Los Juicios de Núremberg o, también, Procesos de Núremberg fueron un conjunto de procesos jurisdiccionales, desarrollados en la ciudad alemana de Núremberg a partir del 20 de noviembre de 1945, dirigidos por el Tribunal Militar Internacional (TMI) (cuyo sustento era la Carta de Londres) y emprendidos por iniciativa de las naciones aliadas, vencedoras al final de la Segunda Guerra Mundial, en contra de 24 de los principales dirigentes, funcionarios y colaboradores supervivientes capturados del gobierno nacionalsocialista, y de varias de sus principales organizaciones, por algunos crímenes y abusos cometidos por Alemania que, no obstante, fueron igualmente practicados con una magnitud incomparablemente mayor por los Aliados.
En este caso, para lograr que los acusados no alegaran tu quoque y evitar que los países vencedores se sometieran a un juicio por los mismos delitos que les imputaron a Alemania, y que, como consecuencia, quedara completamente desmoralizada de manera que no volviera a ejercer una política autónoma que obstaculizara los intereses de los gobiernos occidentales, la estrategia adoptada fue, además de exagerar los crímenes de guerra efectivamente realizados, acusarla falsamente de un crimen que supondría una política de asesinato sistemático contra los judíos y otras minorías en los campos de concentración alemanes, al que posteriormente se le denominó Holocausto.
Otros doce procesos posteriores fueron conducidos por el Tribunal Militar de los Estados Unidos, entre los cuales se encuentran los llamados Juicio de los doctores y Juicio de los jueces.
Los Mártires de Núremberg se suman a los cientos de Mártires del Nacionalsocialismo que lucharon y murieron por los ideales de Adolf Hitler.

Las acusaciones
Cuatro fueron los cargos imputados falsamente a los acusados:
  1. Crímenes de guerra. Asesinatos, torturas y violaciones, en transgresión a los Convenios de Ginebra. En los juicios, estos crímenes se exageraron con alevosía y no se habló de aquellos cometidos en una mayor magnitud por los Aliados como la Masacre de Katyn, los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki, la Masacre de Dresde, las violaciones en masa cometidas por el Ejército Rojo o las torturas llevadas a cabo en La Jaula de Londres.
  2. Crímenes contra la humanidad. Cuando se enfrentaba el exterminio y la muerte en masa. Como la efectuada por el General Dwight D. Eisenhower de Estados Unidos, en sus campos de la muerte en el que se hizo morir por hambre a aproximadamente un millón de alemanes. En el caso de Alemania, se trató de una falsa acusación basada sólo en testimonios inconsistentes y sin un origen claro.
  3. Genocidio. Cuando se daba muerte a un grupo étnico determinado. Englobado en el anterior.
  4. Guerra de agresión. Sobre la base de una premeditación para alterar la paz y entendida como el proceso para atentar contra la seguridad interior de un Estado soberano. Una acusación que igualmente fue magnificada en base a la Campaña de Polonia del 1 de septiembre de 1939, mientras que fueron las potencias occidentales las que le presionaron y declararon la guerra a Alemania.

"La ley"
En Núremberg se sentaron como jueces los representantes de las potencias culpables de los crímenes colectivos de Katyn, de los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki, de Dresde, de Berlín y de los Maquis franceses. Se habló mucho -demasiado- de "la Ley", sin precisar cual. Pero el principio básico de todo código penal civilizado: "Nullum crimen, nullam poenam sine lege" en virtud del cual nadie puede ser acusado ni condenado por la comisión de actos que, cuando fueron cometidos, no estaban sancionados por "la Ley". Eso no fue tenido en cuenta.
Los representantes en Núremberg establecieron que los vencedores no estaban sujetos a las mismas leyes que los vencidos. Cuando el defensor alemán manifestó que si para los alemanes en Polonia y Rusia ocupadas era un crimen contra el derecho de gentes confiscar propiedad privada, emplear civiles y prisioneros de guerra como trabajadores forzados y exponer al hambre a los habitantes de los territorios ocupados, ¿por qué no era entonces también un crimen cuando la potencia de ocupación americana, británica, francesa o rusa hacía lo mismo? Entonces se le dijo: "las potencias aliadas no están subordinadas a las limitaciones de la Convención de La Haya y a las reglas para la guerra terrestre".[1]
Este argumento de que lo que durante una guerra es un crimen, deja de serlo cuando la lucha ha terminado, fue la pieza más grande de tergiversación jurídica que idearon el Juez Robert H. Jackson o el general de Brigada Telford Taylor (quien lo ha seguido como acusador principal para los Estados Unidos). En Núremberg se expresó abiertamente el hecho de que sólo los alemanes podían ser castigados porque fueron vencidos y porque no tenían un Gobierno que los pudiese proteger.[1]
La tristemente célebre Ordenanza VII del Gobierno Militar de USA invalidó todas las reglas probatorias para los acusados alemanes: el Tribunal de Núremberg tuvo, tanto en el "Proceso contra los Criminales de Guerra Principales" como también en otros "Procesos contra Criminales de Guerra" el derecho "de emplear todo medio probatorio al que el Tribunal reconoce valor probatorio". De esta manera han sido usados testigos profesionales de campos de concentración, los "de oídas" y afirmaciones propagandísticas aliadas como medios de prueba. Más allá de ello, el Tribunal de Núremberg ha trabajado con testigos sometidos a amenazas y previamente torturados.[1]

Las celdas
Los acusados fueron acomodados en celdas individuales a lo largo de uno de los pasillos de la prisión de Núremberg. En la pared exterior de cada celda había una pequeña ventana enrejada, por la que los guardianes que se turnaban cada dos horas vigilaban constantemente, el más pequeño movimiento de cada uno de los inquilinos de estas odiosas habitaciones, cuyo único mobiliario lo constituía una cama, una desvencijada mesa de carton y una silla que se retiraba cada noche para evitar posibles suicidios. A los acusados no siempre se les permitía pasear durante veinte minutos por un angosto patio de 30 metros, lo que constituía su único ejercicio físico posible. También era normal, la odiosa norma impuesta de dormir del lado derecho para dar siempre la cara al guardian, de forma que cuando en medio del sueño el cuerpo daba la vuelta, eran despertados a través de la mirilla por un largo palo, con lo cual los acusados debian responder en maratonianas sesiones, a los más fieros ataques de los fiscales, después de pasar algunas noches en blanco, lo que unido a los potentes focos que en las sala facilitaban la labor periodística, provocaron en varias ocasiones la somnolencia de los acusados.
Los internados recibian a menudo la visita de psicologos americanos que los estudiaban con el mismo entusiasmo de un bacteriólogo a sus bacilos. Posteriormente, los grupos en el patio fueron prohibidos, teniendo que mantenerse cada uno alejado del otro a una distancia de diez pasos. Era imposible hablarse en voz baja, impidiendo los guardianes todo tipo de contactos durante casi todo el tiempo de los once meses del proceso.
Todos los fiscales eran judíos

Interrogatorios
Para sostener algunas acusaciones sobre "exterminio", muchos oficiales de la SS fueron golpeados hasta bañarse en sangre, aplastándoles los órganos sexuales una vez en el suelo, otros fueron colgados y azotados, o les refregaban materias fecales por la cara. El senador americano Joseph Mc Carthy, señaló en una declaración de prensa del 20 de mayo de 1949 entre otras cosas las siguientes: "He escuchado a testigos y he leído testimonios que prueban que los acusados fueron golpeados, maltratados y torturados con métodos que no podían haberse originado sino en cerebros de enfermos". En los procesos de Frankfurt y Dachau se usaron ciertos métodos revelados en 1949 por el Juez Edward L. van Roden: "Los americanos se disfrazaban de sacerdotes para oir la confesión de los acusados, les torturaban introduciendoles fósforos encendido en las uñas, les rompían dientes y mandíbulas, les dejaban solos, incomunicados, en celdas y no les daban más que raciones de hambre".
Estos y otros métodos peores fueron usados para lograr las confesiones que luego convenientemente utilizadas serían la base para "probar" el exterminio judío. Según el diario británico "Sunday Pictorial"hombres fuertes fueron reducidos al estado de desechos humanos, dispuestos a farfullar cualquier confesión que se les exigiera". Sobre los procedimientos de interrogación americanos, he aquí los nombres de los encargados de tales interrogatorios: Tte. Col. Burton, Cap. Rafael Schumacker, Tte. Robert E. Byrne, Tte. William R. Perl, Morris Ellowitz, Harry Thon, Mr. Kirschbaum y M.A. Rosenfeld. Un breve examen de estos apellidos nos lleva a la lamentable conclusión de que los encargados de averiguar el exterminio judío, provenian de este mismo pueblo y tal vez fueron encargados de esta misión precisamente por ello.
Julius Streicher manifestó al Tribunal que le habían arrancado los dientes y, sujetandole la cabeza, habían escupido dentro de su boca. Los "jueces" manifestaron tranquilamente que todo aquello nada tenía que ver con el "juicio".
Este "juicio" contravenía manifiestamente la regla de que en todo procedimiento nadie puede ser juez y parte al mismo tiempo, ya que como manifestara Lord Hankey durante una sesión de la Cámara de los Lores en 1948: "Hubo algo de cínico y repugnante en el espectáculo de jueces británicos, franceses y americanos, sentados junto a unos colegas que representaban un país, que antes, durante y después de los juicios, había perpretado más de la mitad de todos los crímenes políticos existentes. La declaración de que "el tribunal no habra de verse trabado por las reglas técnicas de la prueba, sino que podra admitir toda prueba testimonial que estime tener valor probatorio", significaba que se admitía en la práctica no menos de 300.000 declaraciones por escrito o bajo palabra, sin que estos testigos fueran oídos bajo juramento, admitiendo también simples conocimientos de oídas o dichos de terceros, con los cuales se amasó la leyenda del exterminio, ya que cualquier deportado internado en campos de concentración podia alegar en venganza todo lo que se le pasara por la cabeza. Ni siquiera se le permitía a los acusados elegir sus propios abogados defensores. Algunos acusados tuvieron así dos fiscales y ningún defensor. Streicher discutía más con su abogado que con Jackson o Rudenko. El defensor asignado al antisemita Julius Streicher fue el judío Doctor Marx. Increíble !!"

Irregularidades
Enumeramos aquí brevemente algunas otras irregularidades que merecen ser resaltadas:

  1. Según el párrafo 19 del Estatuto de Londres, creado por los aliados en agosto de 1945 y que sirvió de base para estos procesos, el tribunal no estaba sujeto a reglas de evidencia: era admitido cualquier medio de prueba si al tribunal le parecía que tuviese mérito probatorio. El tribunal estaba autorizado a aceptar material comprometedor sin verificar previamente su fiabilidad y, a su vez, rechazar material exculpatorio sin necesidad de fundamentarlo. En otras palabras, se podían falsificar piezas de acusación a discreción y de la misma manera suprimir hechos justificatorios.
  2. El artículo 21 del Estatuto de Londres decía que el tribunal no debía solicitar ninguna prueba para "hechos reconocidos universalmente", sino sólo tomar conocimiento de éstos de oficio. Asimismo, el tribunal decidía lo que constituía un "hecho reconocido universalmente". A raíz de ello, la culpabilidad de los acusados estaba predeterminada, puesto que tanto el Holocausto, como los demás delitos que les eran imputados, eran "hechos reconocidos universalmente". En estas condiciones pudo obviarse la fatigosa tarea de probanza. (Ver: Caso MermelsteinArgumentum ad populum y Metodología exterminista)
  3. Se obstaculizó por todos los medios a los abogados la preparación de una concienzuda y responsable defensa, varias pruebas se perdieron "misteriosamente", asimismo, mientras las toneladas de legajos acusadores eran despachadas con toda celeridad, las alegaciones defensoras sufrían lamentables retrasos.
  4. Cerca del 90% de las personas que componian los tribunales, estaban predispuestas contra los acusados por razones políticas o raciales.
  5. Según el jurista americano Earl Carroll, el 60% del personal del Ministerio Público se componía de judíos emigrados de Alemania, entre los americanos empleados por el Tribunal de Núremberg, apenas el 10% eran auténticos nativos americanos. Según Mark Lautern, que siguió los procesos: "Vinieron todos los Salomon, Schlosberg y Rabinovitch que forman parte del Ministerio Público". Por supuesto lo mismo ocurría con los testigos, cuya preocupación principal era disimular de alguna forma su radical odio, para dar cierta impresión de objetividad.
  6. Algunas de las citaciones de testigos hechas por los acusados y defensores, no se llevaron a cabo, impidiendo en algunos casos la llegada a Núremberg de algunos de estos testigos que puedieran comprometer a los fiscales. Por ejemplo los mensajes radiofónicos de Hans Fritzsche, que podían ayudarles, se perdieron accidentalmente. Como es lógico, gran parte de los documentos escritos que podian demostrar la inocencia de los reos, obraban en poder de los acusadores como botin de guerra, con su consecuente ocultación.
  7. Si el acusado decidía defenderse a sí mismo, el fiscal podia presentar cargos contra esta declaración, hecho éste no reconocido por el derecho europeo. Tampoco podia el reo negarse a contestar, acción válida hasta entonces en todos los países.
  8. Los abogados no podian examinar las pruebas de los fiscales, pero debian sin embargo entregar las suyas a los acusadores.
Los abogados defensores estaban sometidos a una implícita y agobiante presión exterior de la opinión pública. Cabe resaltar el gran papel jugado en esta faceta por una prensa sensacionalista y que presentaba a los acusados como "las 21 personas más peligrosas del mundo". La vivienda de uno de los abogados más atacados por la prensa, el Dr. Max, fue asaltada violentamente. Todas estas irregularidades y otras muchas que por su abundancia sería imposible enumerar, hicieron exclamar en 1948 a Sir Hartley Shawcross, fiscal principal británico: "El proceso de Núremberg se ha transformado en una farsa, me avergüenzo de haber sido acusador de Núremberg como colega de estos hombres, los rusos". El juez Wennersturm, norteamericano, dimitió de su cargo en Núremberg por considerar que su participación en tal mascarada constituiría una deshonra para él y para la Justicia americana.


Sentencias
Hermann Goering resumió en una frase el pensamiento de acusados y observadores imparciales: "No era menester tanta comedia para matarnos". El 30 de septiembre fueron promulgadas las sentencias, fijandose la fecha del 15 de octubre para las ejecuciones. El Mariscal Hermann Goering y el Doctor Robert Ley se suicidaron. Sucesivamente y por este orden, fueron ahorcados, como "criminales de guerra"Joachim von RibbentropWilhelm KeitelAlfred JodlJulius StreicherErnst KaltenbrunnerFritz SauckelHans FrankArthur Seyss-InquartWilhelm Frick y Alfred Rosenberg.
Streicher, mirando fijamente al verdugo americano le dijo: "¡Los bolcheviques te colgarán a ti y a los tuyos algún día!". Luego, mirando a los corresponsales de prensa, gritó: "¡Fiesta del Purim, 1946!". La fiesta máxima del judaísmo es el Purim, la festividad del odio. El Purim conmemora el asesinato del Ministro Amman de Persia, que había querido oponerse a las maquinaciones de los israelitas en supatria. Las últimas palabras de los ahorcados fueron "vivas" a Alemania y a Hitler. Albert Speer y Baldur von Schirach, fueron condenados a 20 años de prisión. Karl Dönitz, a 10 años. Rudolf HessWalther Funk y Erich Raeder, a cadena perpetua.
Los procesos de Núremberg continuaron hasta 1948, sentenciándose a millares de alemanes por el hecho de no haber traicionado a su patria. Las cenizas de los asesinados (y no ajusticiados, pues esta palabra viene de justicia) fueron echadas en un lugar desconocido del río Isar, para tratar así de destruir y hundir aún más la memoria de este puñado de fieles a su raza y su ideal.
Como dijera el Senador americano Robert A. Taft: "La muerte en la horca de estos diez hombres, es para América una lacra que nos abrumará por mucho tiempo".
Para nosotros, los más directos seguidores del ejemplo de estos hombres, la fecha del 15 de octubre de 1946 no puede jamás ser olvidada si queremos conseguir algún día, que en el mundo, el Oro no prevalezca sobre la Sangre. Así sea.
por Joaquín Bochaca - J.Carrero


Últimas palabras de Rudolf Hess en los jucios de Nuremberg



Referencias
  1. ↑ 1,0 1,1 1,2 Freda Utley, The high cost of vengeance (El alto costo de la venganza)
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